En el año 2022, todos los hogares españoles se vieron afectados por un aumento en los costos de electricidad y gas. Este aumento fue más pronunciado para aquellos con ingresos más bajos, que tuvieron que destinar una parte significativa de sus ingresos para cubrir estos gastos. La crisis energética, desencadenada en parte por eventos internacionales, contribuyó a esta presión financiera.
A pesar de un aumento en los costos energéticos en 2022, al final del año, se observó una tendencia positiva. Los hogares de todos los niveles de ingresos destinaron un menor porcentaje de sus ingresos para pagar sus facturas de energía en comparación con el año anterior. Este alivio fue más significativo para los hogares de ingresos más bajos y se espera que continúe en 2023 debido a la disminución de los precios de la energía. Estos cambios resaltan la importancia de medidas de apoyo y eficiencia energética en tiempos de crisis energética.
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